En las parejas y en las relaciones formadas por dos hombres o dos mujeres se dan situaciones reales de violencia, tanto física como psicológica.
Esta violencia, llamada intragénero permanece en el anonimato lejos de estadísticas y número, en unos casos porque las propias personas que la sufren no lo manifiestan ni la dan a conocer, y en otros porque a la propia sociedad, y en concreto a los agentes sociales les cuesta creer que exista violencia de género en las relaciones lésbicas y homosexuales.
En las relaciones entre personas del mismo sexo un hecho adicional susceptible de ser utilizado para controlar al otro/a es su homosexualidad o lesbianismo bajo chantaje de hacer pública su orientación sexual.
La invisibilidad que rodea estas situaciones de violencia puede ser debida a varias razones:
a) Las propias víctimas y/o agresores/as no se identifican como tales.
b)El miedo de denunciar y revelar la orientación sexual.
c)La homofobia social que, en muchos casos, dificulta a los agentes sociales la intervención y la protección de la persona LGBT agredida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario